EXPLORANDO EL TERRITORIO DEL EJE CAFETERO (Parte 5)
“La economía cafetera se encargó de contribuir a desplazar las jerarquías sociales y procesar movimientos de abajo hacia arriba del campesinado. Todo sucedió sin desarraigar las condiciones de los pequeños cultivadores ni lanzarlos como una fuerza de trabajo por fuera de su medio.”
LA ECONOMÍA CAFETERA EL INICIO ENTRE 1850-1910. EN MEDIO LA GUERRA DE LOS MIL DÍAS.
La naturaleza del negocio cafetero (tamaño y localización geográfica) no llegaba a modificar las relaciones sociales, sino que se adaptaba a las mismas. Muy a pesar, la esperanza creada por los mercados internacionales tuvo efecto sobre la composición de identidades sociales en un mundo lento, de tipo rural. La economía se volvió monetaria, la tierra adquirió valor, se abrieron carreteras y prosperó el pequeño comercio. Y sucedió con estos cambios un ciclo de transformaciones sociales propias de la historia económica desde los tiempos de Adam Smith: los hacendados cafeteros adquirieron posición social y poder político, mientras que los terratenientes sin capital y sin espíritu empresarial quedaron marginados. El mundo mercantil se abrió paso y el comercio empujó transiciones importantes para la industria cafetera.
Estos cambios sociales provocaron una aglomeración de pequeños cultivadores de café que se situaron en la periferia. La economía cafetera se encargó de contribuir a desplazar las jerarquías sociales y procesar movimientos de abajo hacia arriba del campesinado. Todo sucedió sin desarraigar las condiciones de los pequeños cultivadores ni lanzarlos como una fuerza de trabajo por fuera de su medio.
Paradójicamente esto sucedió cuando la producción cafetera se abrió paso con la colonización de nuevas tierras, durante el período comprendido entre 1851 y 1870. Una colonización que evolucionó juntamente con transformaciones sociales del centro del país. Una gran diversidad en la propiedad y en las organizaciones productivas permitió la coexistencia pacífica de múltiples sistemas de apropiación y distribución de los excedentes monetarios, tanto dentro de la hacienda como en el resto de la economía colombiana. Una geografía regional que, además, sumó nuevos aspectos al avance económico en la medida en que sus fuentes básicas, población y recursos eran desiguales. Lo que lleva a subrayar la hipótesis de que son las fuerzas del mercado más disruptivas en los órdenes agrarios que las propias fuerzas del Estado.
Nunca sabremos cuántos muertos dejó la guerra de los Mil Días, sucedida en Colombia entre 1889 y 1902. Los cálculos de muertos fluctúan entre cien mil y ciento cincuenta mil, según lo estimado en el censo de 1905. Con semejantes cifras es natural que la última de la larga serie de guerras civiles que se sucedieron durante el siglo XIX en nuestro territorio causó una profunda herida y se convirtió en un hito nefasto en la memoria de la gran mayoría de las familias.
Luego de este conflicto fratricida el país quedó destruido, su infraestructura desmantelada y las ciudades viviendo una profunda crisis, entre otras causas, por una acelerada ruralización de la población que huía de los desmanes de ambos bandos. Como si esto fuera poco, el departamento de Panamá se separó en noviembre de 1903. La escasa industria de la época quedó en ruinas, la inflación llegó a la absurda cifra del diez mil por ciento y la deuda externa por las nubes.
En 1904 asumió la presidencia Rafael Reyes, un conservador pragmático que llamó a colaborar a los liberales, en particular al jefe liberal Rafael Uribe Uribe. Reyes emprendió una gestión de impulso a la economía, fortalecimiento de los ferrocarriles y composición de las relaciones con los Estados Unidos, la potencia emergente.
A comienzos del siglo XX, el gobierno del presidente Rafael Reyes, propuso la creación de varios departamentos, entre ellos el «Departamento de Los Andes» con capital en Manizales, nombre vetado por algunos miembros de la diputación del Cauca en la Asamblea Nacional Constituyente. Ellos condicionaron su votación afirmativa si se le colocaba como nombre el del sabio Francisco José de Caldas, propuesta que se impuso sobre la de los antioqueños que insistían en el nombre del prócer José María Córdova.
Fue así como, según la ley Nro. 17 del 11 de abril de 1905, el artículo 3º estableció: “Créase el Departamento de Caldas, entre los departamentos de Antioquia y Cauca, cuyo territorio estará delimitado así: El río Arma desde su nacimiento hasta el río Cauca; este aguas arriba hasta la quebrada de Arquía, que es el límite de la provincia de Marmato, por lo límites legales que hoy tienen, como también la Provincia del Sur del Departamento de Antioquia. Parágrafo. La capital de este departamento será la ciudad de Manizales.” De igual manera, por la misma ley, fueron creados los departamentos de Atlántico, Huila, Valle del Cauca y Norte de Santander.
El recién creado Departamento, carecía de vías de comunicación eficientes, solo contaba con caminos de montaña que iban desde Manizales hasta Honda, donde el café se embarcaba en el Río Magdalena; Además de los sendos caminos de herradura distribuidos por todo el departamento, donde el grano de café se cargaba en otros vapores en el río Cauca, debido a que el café se había convertido en el sustento del departamento,
Esta gestión coincidió con el auge de la economía cafetera, que cambió al país. El cultivo y la exportación del grano son el motor de las transformaciones profundas que vive el país durante las tres primeras décadas del siglo XX.
Estos cambios sociales provocaron una aglomeración de pequeños cultivadores de café que se situaron en la periferia. La economía cafetera se encargó de contribuir a desplazar las jerarquías sociales y procesar movimientos de abajo hacia arriba del campesinado. Todo sucedió sin desarraigar las condiciones de los pequeños cultivadores ni lanzarlos como una fuerza de trabajo por fuera de su medio. El café nos generó una identidad y permitió construir una imagen positiva, pues desde entonces somos el país cafetero por excelencia.
Se construyeron nuevos ferrocarriles y se concluyeron los que se habían iniciado en la centuria anterior, se emprende la construcción de carreteras para acoger a los primeros automóviles y camiones y se inicia la mecanización de la agricultura para atender los crecientes mercados urbanos, en ciudades y pueblos.
Disfruta de las Rutas del Paisaje Cultural Cafetero, recorriendo los pueblos con Encanto de Risaralda, un destino lleno de vida, date la oportunidad de disfrutar el mejor paisaje natural de Colombia con Entreriosycafe su Tour Operador en Risaralda. Info reservas@entreriosycafe.com.co Whatsapp 3157822449
Blog viajeros con Entreriosycafe 20200523. Por: Fernando Estrada Investigador, Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales, CIPE, Universidad Externado de Colombia. Biblioteca virtual del banco de la república. Toda Colombia.
#visitarisaralda #entreriosycafe #rutasdelpcc #paisajeculturalcafetero #yovoy #naturaleza #pereira #cafe #senderismo #aves #viajerosconentreriosycafe #pueblosconencantoderisaralda #risaraldaundestinollenodevida #Risaralda #Guatica #Quinchia #Mistrato #BelendeUmbria #PuebloRico #Apia #MarsellaRisaralda #LaVirginia #Santuario #LaCelia #Balboa #Quindio #Caldas